El alumnado de secundaria de Artes Escénicas (4º) y de bachillerato de Cultura Audiovisual (1º y 2º) han asistido en la Filmoteca a una sesión sobre la
construcción de personajes en el cine: Del
cineasta al actor; del actor al personaje.
Primero, una persona
responsable de los Servicios Educativos de la Filmoteca ha explicado qué es,
cuáles son sus tareas y sus espacios. Después, conducidos por una profesional
de A bao a qu, hemos dialogado sobre la
creación de personajes, a partir del visionado de fragmentos de películas de
Godard (Dos o tres cosas que yo sé de
ella, 1967), Truffaut (Los 400 golpes,
1959) y los hermanos Dardenne (La promesa,
1996). Han surgido ideas interesantes sobre el oficio de actor (entre la
técnica y la emoción): cuáles son sus métodos de trabajo para construir los
personajes, cómo interactúan director y actor/actriz. Las mentes se han
activado con la magistral continuidad persona-personaje-ciudad en Godard;
con la espontaneidad del joven Jean-Pierre Léaud en el casting de selección de actores para la película que aprovecha el
director de Los 400 golpes hacia el
final del largometraje, cuando ya lo ha convertido en Antoine Doinel, alter ego del propio Truffaut; con la
conducción de la cámara generando la relación entre Igor, un adolescente belga,
y Assita, mujer de un trabajador inmigrante sin papeles, en el clímax de La promesa (la cámara baila de uno a
otro en un significativo plano secuencia).
Sin embargo, lo mejor
faltaba por llegar. Gracias a la generosidad de la realizadora Celia Rico,
hemos descubierto la dialéctica de la creación de personajes a partir de un
proceso de creación en construcción. Las protagonistas de su largometraje Viaje alrededor del cuarto de una madre
(2018), que se estrenará en otoño, construyen una historia sobre los anhelos,
miedos y esperanzas de dos mujeres, madre e hija, que se plantea cómo querer y compartir sin
renunciar al propio yo, con diálogos y silencios bajo la protección de una mesa camilla.
Los materiales que ha mostrado la directora sobre el camino de las actrices antes del rodaje, hasta llegar al personaje, y los fragmentos inéditos del resultado, nos han permitido
convertir en proceso vivo las reflexiones teóricas anteriores. Hemos entrado en
casa de la directora, conocido a su madre, a la actriz, al personaje, todo como
un continuo, como algo que fluye, sin que se dejen ver ni la rigidez del guion
(de la propia directora), ni el trabajo de la dirección de actores, ni la
técnica y esfuerzo de las actrices para convertirse en sus personajes.
La magnífica clase
magistral de Celia Rico ha sido una experiencia estimulante
para el aprendizaje de los jóvenes y el desarrollo de sus propios procesos
creativos.
CELIA RICO Fuente:@abaoqu_ |